El cuadro “Las hilanderas” pintado por Velazquez (posiblemente realizado en 1657 ) también se conoce con el nombre de “La fábula de Aracne” (ال), siendo uno de los cuadros más enigmáticos del autor.
Representa una jornada de trabajo en el taller de la fábrica de tapices de Santa Isabel de Madrid, aunque autores como Ortega y Gasset, في جملة أمور, le otorgan un sentido mitológico:
La fábula de Atenea y Aracne, en una escena del mito de Aracne que se describe en el libro sexto de Las metamorfosis de Ovidio.4 Una joven lidia, Aracne, tejía tan bien que las gentes de su ciudad comenzaron a comentar que tejía mejor que la diosa Atenea, inventora de larueca. La escena del primer término retrataría a la joven a la derecha, vuelta de espaldas, trabajando afanosamente en su tapiz. A la izquierda, la diosa Atenea finge ser una anciana, con falsas canas en las sienes. Sabemos que se trata de la diosa porque, a pesar de su aspecto envejecido, Velázquez muestra su pierna, de tersura adolescente. (ال)
La obra que hoy os presento ha sido realizada en pastel por خيسوس ماريا كالسادا كاساتي, usando como motivo una zona parcial de esta obra. La mujer a derecha que viste blusa blanca que puede ser considerada «una clara transposición»1 de una de las figuras de la Bóveda de la Capilla Sixtina.
La realización de esta obra muestra un depurado dominio de una técnica, el pastel, en la recreación de otra muy diferente, el óleo, en una cuidada elección del encuadre de la imagen que aporta una singular fuerza al personaje.
Una nueva obra que sumamos a la galería de María Jesús Casati en el blog para vuestro disfrute.
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