Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje que se produce en los cursos que imparto en la universidad suelo proponer diferentes trabajos que se orientan en función de los objetivos educativos que correspondan en cada momento.
La forma de motivar a los alumnos con estos trabajos incide notablemente en su rendimiento académico, por lo que combinar diferentes estrategias permite obtener optimos resultados.
En general me gusta basar la enseñanza en proyectos de larga duración que sirven, fundamentalmente, para que los alumnos mantengan una actitud exploratoria constante con la materia; Cada aspecto o concepto nuevo que se enseña puede plantear las mismas preguntas:
¿Me sirve para mi proyecto?
¿Cómo lo adapto?