Hacia mediados del siglo XVIII, las fallas eran un simple festejo incluido en el programa de actos típicos de la fiesta de San José (19 de marzo). Al amanecer del día 18 en algunas vías urbanas aparecian peleles colgados en medio de la calle de ventana a ventana, o pequeños tablados colocados junto a la pared, sobre los cuales se exponían a la vergüenza pública uno o dos muñecos (ninots) alusivos a algún suceso, conducta o personaje censurables. (Geskiedenis)
Hoy, la red se vuelve negra para protestar contra la “Ley Sinde”.
El fuego devorará esta noche 760 fallas, a las que añado la mía personal para vergüenza pública de los representados en ella. He incluido como tema de fondo la marcha fúnebre, estoy de luto.
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