Esta obra de María Jesús Casati Calzada se denomina “El embarcadero”. Su atmósfera evoca la neblina producida por la evaporación del agua que es propia de estos lugares a determinadas horas del día.
La paleta sobria con colores fríos le aporta una seriedad y presencia que impresionan al espectador. Un halo de misterio que se confunde en el horizonte, fundido con las nubes del cielo.
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