Percibir es el proceso que realizamos cuando decodificamos la información visual que recibimos y la comprendemos.
Los errores que se producen en ese proceso dan lugar a diferentes tipos de ilusiones ópticas, que podemos clasificar o agrupar en tipos en función del proceso gestaltico que intervenga en el análisis de los estímulos.
Cuando observamos la imagen formada por los círculos de colores realizamos unos procesos de “agrupación” tanto por la forma y tamaño de lo elementos como por su color. En este caso identificamos el círculo central y el conjunto de círculos que le rodea como dos conjuntos diferentes.
Además del proceso de agrupación realizamos otro de “comparación” en el que analizamos forma, tamaño y color. Los círculos azules los percibimos con menor tamaño que el círculo central rojo.
Si añadimos un nuevo conjunto manteniendo la forma y color, pero invirtiendo el tamaño relativo de los círculos exteriores (azules) respecto del interior (rojo) que mantenemos con su tamaño original, tendremos la sensación de que el círculo central ha disminuido de tamaño.
La comparación del círculo central con los que le rodean nos hace percibir su tamaño más grande o más pequeño de lo que es en realidad. Un entorno de objetos grandes hace que el elemento rodeado se perciba más pequeño, mientras que un entorno de elementos pequeños hace que el elemento central parezca más grande.
La ilusión óptica se ve claramente si ponemos en la misma imagen los dos conjuntos de objetos.
Ver -> Percepción
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