Uno de los aspectos que aportan mayor credibilidad a una imagen de síntesis, junto con la iluminación, son las texturas aplicadas a los objetos.
Tras la definición geométrica de los elementos que componen una escena, aplicamos propiedades a los objetos que le aportan el color, la rugosidad, brillo etc. Este conjunto de propiedades se engloban en lo que se conoce técnicamente como “Material” del objeto.
El material engloba por tanto diferentes conceptos asociados con el comportamiento de la luz sobre el objeto.
Cómo aplicarlos dependerá del software de animación que se use, y en particular lo estudiaremos sobre Blender en otro artículo específico, si bien las ideas generales son válidas independientemente de la herramienta a utilizar.
Las texturas son un elemento clave en la generación de las imágenes finales. En el proceso creativo se añaden en último lugar ya que encarecen el tiempo de generación de cada imagen. (ver ¿ Cuánto vale una imagen 3D?
Una textura es básicamente una imagen que “pegamos” o “mapeamos” sobre una forma geométrica. Puede ser utilizada simplemente para añadir color al elemento, o ser utilizadas para modificar propiedades como la reflectividad, opacidad (transparencia) o relieve (bump mapping) entre otros.
Como ejemplo introductorio os dejo un pequeño ejemplo de una escena con y sin texturas, una comparación que nos permite apreciar la diferencia tan acusada entre objetos simplemente coloreados (con color) o texturados.
El plano tiene aplicada una textura con bump mapping, mientras que el objeto deformable añade además de esto un efecto de transparencia, con suavizado de la sombra proyectada.
¿Añaden realismo a la escena?, ya veremos cómo aplicarlas
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