Sólamente las piezas simples se pueden representar con un par de vistas ortogonales. A medida que vamos complicando la geometría necesitaremos nuevas direcciones de proyección para determinar todos los detalles del objeto.
Los planos oblícuos deberán verse proyectantes en alguna de las vistas elegidas para determinar sus pendientes; Las circunferencias deberán observarse en verdadera magnitud en alguna de las proyecciones, salvo que utilicemos acotaciones (técnicas de dimensionamiento) que las determinen.
Los ejes de los cilindros (taladros) y circunferencias deben representarse con línes de punto y trazos. Las aristas ocultas pueden indicarse con líneas discontínuas.
Elegir adecuadamente la vista principal puede facilitar enormemente la labor de restitución tridimensional del objeto.
Representar las vistas del objeto, de forma que quede completamente determinado. Acotar sobre las vistas.
La visualización de la pieza puede requerir de una extensión en navegadores “Chrome” para su correcta manipulación.
La cámara puede ser configurada para proyectar cónicamente el objeto, simulando la visión humana, o mediante una proyección cilíndrica de caracter más técnico.
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